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sábado, 26 de abril de 2008

Más sobre la visita de Dan Treacy

en el blog del crítico David Saavedra, ha colgado esto

Dan Treacy estuvo en el Tony 2
La del sábado fue una de esas extrañas noches que probablemente queden en mi memoria bastante tiempo (aunque de esto último no estoy completamente seguro). Mi intención inicial era simplemente ir al concierto de Be Your Own Pet al Moby Dick y volver a casa, pero todo se confabuló de un modo un tanto extraño.

La cosa comenzó con el subidón de adrenalina provocado por esas bestias pardas de Nashville. En 40 minutos resolvieron un concierto plagado de intensidad. La brevedad del show fue una gran noticia: aún daba tiempo de ver a TV Personalities y, además, una gente conocida nos comunicó a Calros y a mí que iban en coche y que tenían sitio.

Poco antes de las 12 de la noche, estábamos en San Blas, en el auditorio de un parque donde casi diría que había más policía que público. En una noche fría y lluviosa, ver aparecer allí a la banda liderada por Dan Treacy (ya sin Ed Ball pero con el batería de The Creation en sus filas) tenía bastante de surrealista. Aún más, si te imaginabas lo que estarían pensando los asistentes del barrio (el concierto era gratis) al ver aquello.

El primer concierto de TV Personalities en España (aunque Treacy afirma que no, que ya tocaron antes, pero no recuerda cuándo ni dónde) fue un puto desastre. Comenzó más o menos bien hasta que el hombre -cuyo pasado reciente incluye una época como 'homeless', enfermedades, cárcel y adicciones- empezó a no dar pie con bola, a equivocarse en las canciones y enfadarse con sus compañeros de banda. Al tiempo que pedía al público "respeto para TV Personalities", él no se lo hizo ganar en ningún momento, y ofreció un sonrojante espectáculo muy poco digno de su gran legado discográfico.

Tanto, que nos fuimos antes de que terminara. Luego nos comentaría alguien que Treacy decidió finalizar el concierto con una versión de "White Riot" de los Clash en homenaje a la abrumadora presencia de las fuerzas de seguridad. Durante el recorrido en coche, pasé por La Elipa por primera vez en la vida, un chico como yo en un lugar como ese. Peregrinaje por un par de locales de Malasaña (había amigos por ahí y además se terciaba comentar la jugada) hasta que alguien nos avisó de que fuésemos al mítico Tony 2. "Estamos con Dan Treacy" fue la frase de reclamo.

El Tony ya no es lo que era. Sigo pensando que deberían dedicar una silla honorífica a José Luis Coll, en la esquina en la que él siempre se colocaba. Pero el sábado estaba invadido por un público modernillo -habitual de un famoso local de Malasaña actualmente acosado por las continuas intervenciones policiales- y que ha bajado la media de edad habitual de allí hasta la mitad o aún menos. En uno de los sillones, el vocalista del grupo más famoso de Granada mantenía una larga conversación de fan con Treacy, impertérrito con su gorro y con la parka que, al parecer, le donó el jefe del sello que editó su último álbum en España, también allí presente. Más gente del mundillo pululaba por allí, entre ellos, el cantante de un dúo de tontipop español que llevaba unos años sin grabar pero que ahora vuelve y, en la zona del piano, un joven actor español -ya no tan joven- que debutó en una peli cuyo título se refiere a una forma de masturbarse.

Le comenté al cantante granadino si le molaría escribir algo sobre su conversación con Treacy para una revista en la que colaboro, pero me dijo que no había sido suficientemente interesante. El británico, no obstante, parecía más tranquilo y centrado que unas horas antes en el concierto. A la salida, por cierto, el de Granada decidió que invitaba él. "He ganado mucho dinero en royalties plagiando a este hombre", justificó. "Pero si ellos son conocidos en España son, sobre todo, gracias a tu grupo", completé. Por el camino, alguien me dijo que me había perdido un gran momento fugaz, cuando, al parecer, Treacy se acercó al piano y cantó "See Emily Play".

Todo llevaba camino de terminar en un after casa, probablemente en la del cantante de tontipop, también actual instrumentista mercenario en un grupo que se llama igual que una ciudad polaca. Pero no, en uno de sus últimamente tan habituales golpes de efecto, Calros decidió que lo mejor era ir al Puente de Vallecas, donde unos amigos celebraban un cumpleaños masivo en un 'loft' que alguien utiliza como estudio fotográfico. Previa invitación a los supervivientes del Tony 2, que ellos rechazaron amablemente (la palabra "Vallecas" reconozco que echa para atrás, especialmente a esas horas de la mañana).

Eran los últimos estertores de la fiesta, aunque su inercia se alargó hasta las 10. En los últimos minutos, con el suelo ya pegajoso, las colillas y los vasos rotos invadiéndolo todo y los ánimos bajos, aún tuve fuerzas para pinchar algunos temas. Entre ellos, "There Ain't No Cure For Love", "Like A Hurricane" y "Where Is My Mind".

Por cierto, antes de que alguien me pregunte por qué doy algunos datos claros y otros indirectamente, es un simple y llano recurso literario que me hace gracia.

Frase del día: "Si conviertes a alguien en ídolo le despojas de su humanidad" (Jarvis Cocker)

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